Desafíos y oportunidades del emprendimiento femenino en España
En el actual escenario empresarial, el emprendimiento femenino está emergiendo como un actor clave. De acuerdo con el Informe Especial GEM sobre emprendimiento femenino, el 70% de las mujeres emprendedoras en España inician sus negocios por oportunidad, demostrando una aguda capacidad para identificar necesidades y oportunidades en el mercado.
No obstante, este avance no está exento de desafíos. La carencia de referentes femeninos, los estereotipos arraigados y las dificultades en el acceso a la financiación son obstáculos significativos. El informe de GEM señala que las emprendedoras españolas cuentan con menos oportunidades en comparación con sus homólogas europeas. Sorprendentemente, las startups lideradas por mujeres solo captan el 1,8% de la inversión total en Europa, según revela IDC European Women in VC.
Las mujeres emprendedoras en España, mayoritariamente con edades comprendidas entre los 25 y 34 años, se lanzan a emprender en su mayoría por la detección de oportunidades en el mercado. Más del 50% de ellas cuentan con estudios superiores, y un alentador 20% confía en el crecimiento de su negocio para generar empleo, aspirando a ofrecer más de seis puestos en los próximos años.
A pesar de estos avances, persisten desafíos en el liderazgo empresarial. Gary Mullan, CEO de Prosperity Digital, destaca que menos del 10% de las startups están lideradas por mujeres, un dato que contrasta con el informe Women Business 2022, que revela que el 32% de los puestos de liderazgo a nivel mundial son ocupados por mujeres. La brecha también se manifiesta en sectores mejor remunerados, como la programación, donde solo hay dos mujeres por cada diez hombres en España. Apenas el 5,7% de las empresas cuentan con mujeres expertas en tecnología o digitalización.
A medida que avanzamos, es esencial seguir respaldando el emprendimiento femenino a través de programas que aborden las barreras y promuevan la igualdad de oportunidades. La participación activa de las mujeres en el mundo empresarial no solo fortalece la economía, sino que también contribuye a la construcción de sociedades más equitativas.
