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María Dolores Abenza: “Valgo tanto como el compañero que tengo al lado”

La Cabo de la Guardia Civil, María Dolores Abenza junto al Director de la Cátedra de RSC, Víctor Meseguer en el programa de Popular TV

Son las 10 de la mañana de un día de tantos. Hace un poco de frío, pero antes de salir de casa decido, sin mucho conocimiento del clima, vestir de forma primaveral.

Con la cabeza en mil sitios, paso el control de seguridad y la pregunta: ¿con quién has quedado? Después de que se disipe en el aire la cuestión de ese guardia civil con cara de pocos amigos, con un hilo de voz le respondo: con la Guardia Civil, María Dolores Abenza, hemos quedado en la cafetería. 

Ante la mirada atenta de un Guardia Civil serio y a la vez curioso, me dirijo hacía la cafetería. Antes de llegar miro con inquietud a mi alrededor, estaba por primera vez en una Comandancia. No me imaginaba que fuese así. 

Al entrar en aquella sala mis ojos perciben a una mujer vestida con vaqueros y con bambas blancas, me sonríe, es ella. 

Después de recorrer varios pasillos, entramos en un despacho inmenso en el que destacan tres banderas y un televisor gigante del resto del mobiliario. Antes de sentarnos y comenzar la entrevista me fijo en los andares de Mª Dolores, cabeza alta y un caminar sin pretensiones, cada paso seguro, sin titubeos. Sin más demora le lanzó la primera pregunta:

¿Cuál es tu oficio dentro de la Guardia Civil? 

Trabajo en la sección de policía judicial. En especial nos dedicamos a la investigación de delitos graves contra las personas. 

¿Cuántos años llevas en esta profesión? 

Llevo justo 33 años en este trabajo, ingresé en el año 88.  Justo mi ingreso coincidió con el primer año que la mujer tuvo acceso a la guardia civil.

¿Cuáles son los horarios de una policía judicial dentro de la Guardia Civil? 

No tenemos horarios estipulados porque los delincuentes no tienen una hora única para delinquir.  En el caso de la investigación de homicidios, delitos de agresión sexual, delitos graves contra menores o trata de seres humanos son asuntos que lógicamente no tienen horario. 

Estos hechos suelen producirse en un fin de semana o durante la madrugada. Es muy raro que nos llamen a las nueve de la mañana de un lunes para decirnos que hay un homicidio. Tenemos que salir a trabajar y empezar con la investigación para esclarecer los hechos. 

Por lo tanto, tenemos que tener una disponibilidad muy flexible para acudir cuando se nos necesite. 

¿Por qué decidiste dedicarte a la Guardia Civil? ¿Qué pensaron tus padres en el momento en el que les dijiste a que te querías dedicar? 

Me gustaba desde que era una cría. Soy hija de Guardia Civil y siempre había vivido en casas cuarteles. Lo que pasó fue que hasta la primera promoción de mujeres Guardias Civiles, era impensable que una chica pudiera tener acceso. Por eso, el primer año que salió la convocatoria dije: este es mi momento. Justo al acabar de estudiar pude presentarme a las pruebas de acceso. Tenía 22 años cuando comencé a opositar. 

Cuando esto pasó, mi madre sí que estuvo un poquito más nerviosa. Pero mi padre, aún sin decirme nada, con su mirada sabía que estaba orgulloso de mí. 

¿Dirías que la equidad de género en la Guardia Civil es cada vez mayor?

 Sí, lógicamente decir que hemos llegado a la equidad completa, sería mentir. Porque aún se ve como una profesión de hombres. Aunque deseemos que exista una variedad de sexos, es complicado por la manera de pensar del hombre y la mujer. Pasa lo mismo en sanidad, en el ejército o en la educación. 

Es cierto, que cada vez más cuando vamos a las oposiciones vemos que el número de mujeres es mayor año tras año, quizás porque cada vez más se conoce este tipo de profesión y puede ser igual de atractiva tanto para hombres como mujeres.

¿Crees que las pruebas de acceso son justas entre hombres y mujeres? O, ¿quizás las mujeres deberían pasar por las mismas pruebas que los hombres? 

Mi opinión es que deberían ser iguales para ambos, porque cuando vas a desempeñar un trabajo dentro de la Guardia Civil lógicamente tienes que tener las mismas habilidades y destrezas que tu compañero varón. Esto sucede cuando patrullamos en la calle, en ese momento, no puedes decir que no estás capacitado físicamente para hacer una detención por el hecho de que no seas un hombre.

Sí, es cierto que hay determinadas especialidades donde se requiere una capacidad física importante, donde las capacidades de ambos deben ser iguales como la Unidad de Intervención, los GR7… es un personal que debe superar las mismas pruebas que el resto del equipo. 

¿Existen limitaciones por ser mujer en tu entorno laboral? 

Desde mi punto de vista, no. Es imposible desempeñar este trabajo estando a un nivel inferior al de tu compañero, solo porque sea hombre. Al final, ser guardia civil significa responder de la misma forma que tu equipo, independientemente del sexo que seas.

Esto difiere en el tema de la especialización, ahí tienes que dar la talla sí o sí.  Y si no estás capacitada, existen muchas otras especialidades para las que sí puedes ser válida. 

¿Tienes hijos? ¿Cómo concilias la vida laboral con la familiar? En caso de no tener la ayuda de tus padres, ¿hubieras tenido hijos? 

Sí, tengo dos. Ahora son mayores, lo complicado fue cuando eran pequeños porque yo estaba en la fase de inicio en mi trabajo, era todo novedoso para  mí y para las mujeres que empezaban una vida laboral con familia. Teníamos aún que aprender a “conciliar”, porque para nosotras sigue siendo un término novedoso. Cuando ingresé no existía esa palabra, entonces yo tenía que trabajar al mismo ritmo que mis compañeros y nadie me preguntaba si podía hacerlo o si tenía que estar con mis hijos. 

Además, nosotras como madres trabajadoras nos autoexigimos tener que estar ahí dando la talla. Aunque la aceptación por parte de los compañeros fue muy buena, a excepción de algunos, sobre todo cuando estábamos en un mando y alguien nos miraba con recelo por ser una mujer. Por eso, siempre hemos necesitado dar ese plus, para decir: “valgo tanto como el compañero que tengo al lado”.

Si decidieras cambiar de destino ¿te llevarías a tu familia o irías sola? 

Ahora mismo no nos puede cambiar de destino, a menos que renuncie a promocionar. Yo soy cabo primero, me especialicé cuando era joven, sin marido y sin hijos.  En ese momento, coges una maleta y te da igual. Estuve en Zaragoza, en Galicia y en Almería hasta que llegué aquí, pero eso se puede hacer cuando no tienes a nadie, porque el problema de la  promoción es que cada vez es menor la probabilidad de quedarte en un mismo destino, es decir, en la misma provincia o cerca, es complicado.

Ahora han pasado unos años y se pueden ver perfectamente los cambios en la guardia civil. El hecho de ir destinada a un sitio podía hacer que el acceso al cuartel no fuese para todo el mundo, esto me ocurrió cuando fui a Ourense. Sin embargo, ahora puede entrar cualquier persona sea soltera, divorciada, casada, da igual las circunstancias personales o la situación. Pero por entonces solo tenían acceso los compañeros que tenían familia, y luego para los que estaban solteros había otro pabellón diferente, por supuesto, no había solteros y solteras juntas (ríe).  Recuerdo incluso que eso de tener una cafetería conjunta era impensable. 

¿Cuáles son los pasos previos que dan cuando una mujer maltratada acude a la Guardia Civil? ¿Es cierto que una mujer Guardia Civil puede empatizar más con la víctima de violencia machista? 

Cuando una mujer acude a poner una denuncia, normalmente es atendida por un agente especializado. Sin embargo, el paso previo de acudir la mujer a una comisaría es recibida por agentes especializados en seguridad ciudadana, de tal forma que se informa a un agente con conocimiento en violencia de género. Por eso, el mito de que  “la mujer llega y el guardia civil le dice que lo que tiene es que solucionar el problema con su marido”, eso es claramente un mito. Los agentes están muy preparados, y ese es un tema muy delicado que ellos deben tratar. 

¿Cuáles son las recomendaciones de lo que no debe hacer nunca una mujer maltratada? ¿Crees que la Guardia Civil es el primer escalón para poner fin a la violencia machista? 

Cuando se da el paso de presentar denuncia, nosotros ya tenemos el conocimiento de que una mujer está siendo víctima de violencia de género siempre le decimos que tienen que denunciar los hechos. Sí que es cierto que ahora hay mucho servicio de atención a la víctima e incluso, en ocasiones se atiende antes a esos servicios porque la mujer sobre todo si psicológicamente está mal, porque cuando una mujer denuncia un delito no es porque venga a denunciar un hecho puntual. No es porque esta mañana su marido la ha insultado o la ha vejado, no, cuando una mujer viene a denunciar es que llega diciendo:  “llevo 20 años sufriendo este tipo de delito. Y hoy me ha pasado esto que además, es una tontería”. Este es el momento en el que la víctima se da cuenta de que ya no puede más. Y te dice que lleva desde el día que se casó sufriendo este tipo de situación.

Lo bueno es que ahora las mujeres saben que pueden dar ese paso, y si no pueden darlo, nosotros les informamos. Yo sí que agradezco que haya servicios, sobre todo psicológicos donde la víctima pueda acudir antes para que esté preparada para presentar la denuncia. Además, creo que una mujer tiene que presentar la denuncia cuando tenga la plena seguridad de que quiere continuar con ese proceso. El proceso de la denuncia dura una mañana y luego se derivan en un montón de procesos, pero el problema está en que ese proceso se alarga mucho en el tiempo. Luego esta denuncia va al juzgado y ahí empieza el verdadero problema de la mujer. Hasta ese momento, ha estado aguantando, pero cuando da indicios de romper esa relación es cuando puede ser el auténtico calvario para la víctima. Porque ahí es cuando el marido es consciente de que su mujer se le va, él tenía la situación controlada y ahora es cuando pierde el control. Esto incentiva a que puedan llegar problemas más graves. 

Muchas veces lo que ocurre cuando las mujeres llegan a los juzgados es que retiran la denuncia porque piensan en los hijos, porque piensan que pueden perdonar a su agresor, en definitiva, los mitos que siempre hay. 

Lo que agradezco a mis compañeros que se dedican a tratar denuncias sobre violencia de género es que preparen psicológicamente a la mujer para dar ese paso. Una persona que te ha estado maltratando psicológicamente, físicamente e incluso te ha tratado como una basura, no va a cambiar. No cambian nunca.  

¿Cuáles son los pasos previos a ejecutar un dispositivo? ¿Alguna vez te ha pasado algo? 

Antes de ejecutar un dispositivo, hay una fase previa de investigación y luego hay una fase de explotación de esa operación. Suelen hacerse registros y ver las detenciones. Precisamente, a esa redada es cuando acuden nuestros compañeros, los GR7. Ellos son los que hacen la entrada a las viviendas y después el trabajo más específico como los registros, los cacheos… son los que hacemos nosotros. 

Nunca me ha pasado nada. Pero sí es cierto que hemos tenido situaciones más complicadas. Por ejemplo, en la calle hay cosas que no esperas que sucedan.

¿Cuál ha sido el momento más duro que has vivido en la Guardia Civil? 

Fue un caso que me machaco bastante. En concreto, fue un caso con menores, un niño que tenía muchos problemas en casa, era una familia muy desestructurada. Y el niño estando en el colegio quiso lanzarse al vacío desde la ventana, a través de la cornisa se subió a la ventana e intentó tirarse, con la suerte de que un profesor que estaba por allí cerca pudo cogerlo del brazo cuando ya estaba en plena caída. 

Me acuerdo cuando después estuvimos con el niño, ahí notas la diferencia de empatizar con un adulto a un niño. Eres consciente que a una persona mayor le puedes hacer una serie de cuestionarios, pero con un niño es mucho más complicado. Recuerdo que la situación del niño debido a la falta de cariño por parte de su familia, el hecho de tener esa cercanía con él fue increíble. Después hicimos varias entrevistas con él para que confiase cada vez más en nosotros, mientras que estaba ingresado en el hospital. 

El niño cada vez que me veía se ponía contento y cuando me iba siempre me decía: “Lola mañana vas a venir a verme, ¿no?” Hasta que llegó un momento en el que me sentía obligada a tener que continuar porque él me pedía que fuera. Y me costaba mucho trabajo decirle que no. El malestar de tener que cortar me afectó bastante. Porque al final cuando hablamos de infantes es muy complicado que no te afecte. También, me acuerdo de una niña de 5 años que fue agredida sexualmente y estaba destrozada físicamente. O incluso, padres que asesinaron a sus hijos. Todo eso no es fácil de ver, son momentos muy duros. 

La Región de Murcia es la sexta comunidad con mayor tasa de muertes por violencia de género en 2020, según un informe del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, ¿cómo crees que se puede prevenir un mayor número de casos? 

Prevenir es complicado. La prevención está muy ligada a la educación. A nivel policial prevenir la violencia de género es difícil, son delitos que ocurren dentro del ámbito privado. Delitos que se cometen dentro de un domicilio, dónde no hay más ojos que los de los convivientes de la vivienda, cuando en muchas ocasiones son niños y prevenir ese delito resulta muchas veces complicado. 

¿Cómo es posible que exista más concienciación en materia de igualdad y, sin embargo, los jóvenes sean más propensos a tener relaciones sentimentales tóxicas? 

Es difícil de explicar. Recuerdo que hace unos años se decía que la violencia de género era solo cuestión de tiempo para que se terminase, precisamente por el avance en la educación. 

Es evidente que no es igual la educación que se recibía hace 50 años, que la que se recibía hace 20 o la que se recibe ahora. Yo siempre en cualquier foro o conversación decía: es solo cuestión de tiempo, el número tan elevado va a descender. Que ingenua. 

Sin embargo, nada de esto ha cambiado. El hombre sigue pensando que la ley no es para él, y que en su casa manda él, y en su mujer también manda él. 

Al final nos queda la tarea de entender que somos todos iguales. Y cuando ves ese repunte de chavales, de niños te preguntas cómo es posible que haya ese tipo de relaciones tan tóxicas. Pero también creo que las redes sociales tienen mucho que ver en este repunte de casos. 

Aún quedan personas que se preguntan: ¿por qué es importante que haya mujeres en la Guardia Civil?

Cuando ingresamos era superimportante mostrar que había mujeres en la guardia civil, sobre todo porque era muy necesario para cualquier tipo de actuación como el simple cacheo de una mujer. Además, recuerdo cuando vivíamos en la comandancia y vi a una mujer detenida.  En ese momento, la mujer de la limpieza o la mujer de un compañero era la que se prestaba para atender a la detenida. Simplemente, por ese hecho somos necesarias. 

También, el hecho de salir como paisano en un dispositivo sin levantar sospechas, y no aparentar ser una pareja de guardia civil, hace el trabajo más fácil. Nos podemos meter en cualquier sitio, con cualquier pretexto y nadie va a pensar que somos agentes. 

Además, es muy importante el punto de vista de la mujer porque un hombre jamás podrá ver las cosas como nosotras. Somos capaces de ver otra perspectiva de una situación peligrosa. 

¿Qué perfil consideras más válido para dedicarse a esta profesión?  

Hace unos años la gente que se preparaba para guardia civil era realmente porque tenía devoción por este trabajo, pero ahora, desde hace unos años a este, con el problema de falta de puestos, hay gente que solo aspira a ser guardia civil para ganarse la vida de alguna forma. Y así tener esa seguridad de que van a llegar a final de mes y van a cobrar un sueldo, hagan mejor o peor su oficio. 

Precisamente, ese amor o devoción por el trabajo hace que crezca la calidad en la guardia civil. Para mí la importancia es elegir algo que te guste. Por ejemplo, yo trabajo en policía judicial y no me canso, llegó contenta por las mañanas y vuelvo al día siguiente con ganas de más. 

A pesar de también de los altibajos, me gratifica mucho lo que hago,  sobre todo por todas esas personas a las que podemos ayudar. 

¿Algún consejo para las jóvenes que quieren seguir tus pasos? 

Si les gusta este trabajo, adelante. Las personas que quieren conseguir algo con fuerza, con tenacidad y perspicacia al final lo consiguen. Que continúen y consigan su objetivo sin excusas. 

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