La elección de una estudiante de medicina | Ana García
En esta conversación con Ana García, nos sumergimos en su trayectoria desde la Universidad de Murcia hasta la creación de su propio negocio, descubriendo los desafíos y alegrías que ha experimentado en su camino.
Entrevistador: Buenos días, Ana. Es un placer tenerte con nosotros hoy. Queremos conocer más sobre tu fascinante viaje en el mundo de la odontología y cómo llegaste a construir tu propio negocio. Cuéntanos sobre tu carrera y cómo te iniciaste en la odontología.
Ana: Estudié odontología en la Universidad de Murcia. En el año 95 comencé y terminé en el 2000. Luego hice un Máster de dos años y comencé la actividad profesional en el 2000. A partir del 2002, ya pude centrarme en lo que me gustaba, que es la ortodoncia. También hago odontología general.
Entrevistador: ¿Cuándo decidiste emprender?
Ana: La rama sanitaria siempre me ha gustado mucho, también tengo familia con carrera de medicina y siempre me aconsejaban que no me dedicara a ello: «este trabajo no, que es muy sacrificado». Y al final me sedujo mucho la idea de hacer algo sanitario y también tuve la facilidad de que esta carrera estaba en Murcia. Realmente sentía que me podía identificar mucho con el paciente.
Actualmente, estoy muy contenta con mi elección, porque si me dedicará a algo que no me gusta, sería imposible llevar una trayectoria laboral de 22 años. Y, por supuesto, no me levantaría cada mañana con el ímpetu, ni la emoción de ir a trabajar.
Entrevistador: ¿En qué momento de la carrera de medicina descubres que te gusta la odontología?
Ana: La verdad es que tuve buenos profesores y me guiaban sobre todo a esa especialidad. Al final me decanté por hacer el máster en ese tema. Fue una idea increíble porque realmente todo me ha llevado a donde estoy ahora mismo. Hice el primer máster, y a día de hoy sigo haciendo cursos.
Aunque nunca he dejado la medicina general.
Entrevistador: ¿Tienes tu propio negocio?
Ana: Sí, estuve dos años trabajando para otras personas. Empecé con una franquicia, pero me decían mucho lo que tenía que hacer, tipo: «hay que facturar más, hay que ir más rápido». Entonces me lo replanteé todo. Ahí fue cuando nació la idea de trabajar a mi manera. Decidí emprender y montar mi propio negocio.
Tuve una ocasión de quedarme con una clínica de un compañero que se jubilaba, pero era en Alicante, y personalmente, me gusta demasiado Murcia. Quería traspasarme su negocio, pero al final decidí seguir con mi idea de emprender.
Entrevistador: ¿Cuál es el balance con tu proyecto?
Ana: Hay balances positivos y negativos. A nivel positivo, mi trabajo me ha dado mucho, he podido conocer gente nueva, implicarme con otras personas. Por otro lado, es muy complicado, necesitas esforzarte mucho.
Entrevistador: ¿Qué le dirías a las personas que están montando ahora su propia clínica?
Ana: Les diría que sea una decisión razonada, meditada y estudiada. Por ejemplo, que hagan un estudio de mercado. Ahora es verdad que la financiación para montar algo por cuenta propia está más complicada que cuando yo empecé. A mí me dieron un préstamo, que me ayudó a pagar cosas y ahí tuve suerte en el tema financiero. Pero es verdad que ahora mismo, con el tipo de interés que tenemos, con el tema de la administración y la burocracia, es un poco más complicado. Después de todo eso, yo les digo que adelante, pero que lo piensen bien.